Fuente: Telefe – Santa Fé ~ Mediante un proyecto de ordenanza elevada por el Ejecutivo municipal, se sugiere que bares y restaurantes puedan colocar balcones o terrazas en plazas, canteros y calles para recibir más comensales. Además, se solicita que durante el resto del año, se los exima de abonar la alícuota correspondiente a esa construcción.
Con la firma del intendente Emilio Jatón, el Ejecutivo Municipal remitió al Concejo de la ciudad un proyecto de ordenanza para autorizar la colocación de balcones en espacios públicos, por parte de locales gastronómicos. La iniciativa sugiere permitir la instalación de las construcciones denominadas “decks”, “parklets”, “terrazas” o “plataformas gastronómicas” en plazas, canteros y calles de la capital provincial.
El objetivo central es ampliar la capacidad de los locales, a fin de promover el distanciamiento social recomendado por las autoridades sanitarias en el contexto de la pandemia de COVID-19. Según se explica, la idea es potenciar los centros comerciales a cielo abierto, dado que la existencia de un local gastronómico posibilita la permanencia de público por más tiempo, generando oportunidades para otras actividades.
El secretario de Producción y Desarrollo Económico del municipio, Matías Schmüth, calificó a la iniciativa como “muy importante” y destacó que “a pedido del intendente se viene trabajando con el sector gastronómico porque nos parece una buena alternativa para mejorar y ordenar el uso del espacio público para la actividad”. De este modo, señaló que “la pandemia de COVID-19 aceleró un poco los tiempos para la ejecución”.
Según dijo, “lo que se busca es brindarle mayor capacidad a los distintos locales gastronómicos que están teniendo una apertura con un máximo del 50% de su capacidad”. Entonces, alternativas de este tipo, además de ordenar el uso del espacio público, otorgan mayores posibilidades para recibir clientes.
Schmüth comentó que una decisión de este tipo sería trascendental para el sector gastronómico, uno de los principales empleadores de la ciudad y generador de un gran atractivo como es la gastronomía de la capital provincial, y hoy afectado por la pandemia.
El proyecto prevé la determinación de una alícuota que se incrementará dependiendo de la zona inmobiliaria de que se trate, y si además existieran cerramientos o tengan marquesina. Sin embargo, atendiendo a las circunstancias actuales derivadas de la pandemia, el Ejecutivo municipal solicita otorgar una eximición de su pago por el resto del 2020 para quien invierta en un balcón gastronómico.
Una ciudad abierta
El secretario de Desarrollo Urbano de la Municipalidad, Javier Mendiondo, especificó que los balcones gastronómicos van a permitir que se expanda el espacio para las mesas en los lugares destinados anteriormente al estacionamiento, ocupando la primera fila del espacio de la calzada, los canteros de las avenidas o los espacios públicos como parques y plazas, pero garantizando que sea de manera virtuosa.
Agregó, además, que trata de “una manera de ocupar el espacio público en este momento de distanciamiento social que estamos viviendo, de manera tal que las actividades del rubro de la gastronomía puedan volver a la normalidad en este escenario de salida del confinamiento”.
“Es una estrategia que se suma a otras, en un contexto de ciudad abierta donde la recuperación del uso del espacio público tiene que estar a favor de un modelo de ciudad más humana, con más peatones, con una ocupación del espacio público que sea proactiva y que facilite el intercambio de las dinámicas sociales en el espacio público”, añadió.
Mendiondo recordó que “no es una decisión aislada sino, es parte de un concepto de ciudad abierta que en algunos aspectos se vincula con la apropiación del espacio público por parte de la ciudadanía, en una en una visión integral relacionada con el tema movilidad, con las calles recreativas que implementamos para los paseos del fin de semana, con un plan de ciclovías para toda la ciudad y con los eventos culturales que se irán poniendo en práctica con metodologías innovadoras, producto de la necesidad de adaptarnos al distanciamiento”.
Ampliar la oferta
El texto del proyecto sugiere que a los fines de dar continuidad a la oferta comercial gastronómica y turística de los locales de la ciudad, resulta indispensable brindar herramientas para potenciar el sector comercial tanto para los vecinos como para los visitantes.
Con la colocación de esas instalaciones, se podrán ampliar los espacios urbanos donde es difícil crear zonas para optimizar la fluidez en aceras congestionadas, aumentar los ingresos de negocios próximos y hasta mejorar la calidad del paisaje urbano.
El proyecto cita al artículo 11 de la Ordenanza Nº 12.226 (modificado por el artículo 4° de la Ordenanza N° 12.702), que establece las alícuotas de derecho de registro de inspección para las distintas actividades, determinando en el inciso 4 a las gastronómicas. Estas últimas, comprenden los ingresos de establecimientos donde se elaboran, preparan, sirven o expenden comidas, bebidas, helados, infusiones y similares, para ser consumidas dentro del local y/o en la vía pública, o bien con servicio de entrega a domicilio.
También menciona que la misma norma, en su artículo 16°, determina un incremento de la alícuota cuando la actividad ocupa veredas, canteros, calles, plazas, y/o lugares recreativos para colocar sillas, mesas, exhibición de productos y similares, en las condiciones establecidas, variando el incremento según las zonas inmobiliarias donde se ubique, si tiene marquesina o cerramiento, y si se exhiben productos.