Fuente: La Nueva ~ “El invierno es complejo, pero tenemos expectativas por las particularidades de julio y de la primavera”, dijo Horacio Levantesi, vicepresidente de la entidad que contiene al sector.
“Comparado con la pandemia la recuperación es importante, pero aún no hemos vuelto a los valores anteriores a marzo de 2020”, dijo Horacio Levantesi, vicepresidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca y Región del Sudoeste.
“Entendemos que el invierno siempre es más complicado. Además, hay un cambio en el comportamiento de la gente en cuanto al movimiento”, agregó.
“Los gastronómicos notamos que el segundo turno que se daba los fines de semana, a la salida del cine por ejemplo, todavía no ha retornado con intensidad. Se trabaja bien, pero luego de las 12 de la noche afloja mucho”, explicó.
Horacio Levantesi, vicepresidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca y Región del Sudoeste.
De todos modos, Levantesi señaló que hay dos preocupaciones que ocupan las mayores horas de gestiones para el sector que representa.
“Uno tema pasa por los precios, porque la inflación es galopante y pega mucho en los productos que utilizamos. En realidad, tal como lo puede apreciar cualquier ciudadano cuando va a comprar los alimentos”, sostuvo.
“Eso nos lleva a actualizar las cartas (de menúes) en forma permanente, aunque tampoco se puede aumentar así porque sí”, añadió.
“Estamos viviendo en medio de una locura, porque hay situaciones que nunca se habían dado. Por ejemplo, una empresa líder en gaseosas aumenta dos o tres veces en el mismo mes. Entre un 6 %, un 7 % o un 8 %”, describió.
“Esto impacta en forma notoria sobre la rentabilidad, porque cuando actualizás los precios ya dejaste pasar algunos aumentos. Este panorama es más afín al país que a nuestro sector en particular”, comentó.
“Por otro lado, y mirando hacia el futuro, nuestra mayor debilidad es que casi no tenemos la mano de obra”, aseguró.
“Es un dato nuevo: cuesta encontrar gente para trabajar”, sostuvo Levantesi.
El directivo dijo que, desde la entidad, se trabaja en forma permanente con cursos de formación y capacitación, y casi todas las semanas.
“Es un dato nuevo que notamos luego de la pandemia: cuesta encontrar gente para trabajar. Y esto lo vivimos todos los prestadores”, sostuvo.
“Es la principal dificultad que encuentran mis colegas de Monte Hermoso a la hora de armar los equipos de trabajo para la temporada. Y me consta de que el tema no pasa por lo económico”, aclaró.
“Donde más estamos trabajando es respecto de los camareros y las mucamas, ya que en la hotelería está pasando algo semejante”, dijo.
“Ser mucama, por ejemplo, es un oficio que hay que aprenderlo. Antes era normal conseguir este tipo de trabajadores, pero hoy eso no sucede”, aseguró Levantesi.
—¿Cuál es la proyección del sector para los meses venideros?
—Siempre esperamos la primavera con optimismo. De todos modos, no hay que dejar pasar este mes de julio, que es bueno para la gastronomía, así como para el comercio en general.
“A eso le sumamos las vacaciones de invierno, lo que hace que la gente se mueva más y se fomente al turismo, con beneficios también para la hotelería.
“También está el medio aguinaldo y hay un peso más en el bolsillo de la gente. Y finalmente llega el día del amigo, que se ha convertido en un clásico, que más que un día son varios porque, generalmente, son varios grupos que salen a comer dos o tres veces a restorans y a bares. Julio es un mes bueno, que se ubica siempre detrás de diciembre entre los de mayor trabajo. Y tenemos expectativas”, aseveró Levantesi.
—¿Cómo se explica la continuidad de inversiones de gastronomía en la ciudad?
—Como bahiense, y dirigente, me enorgullece. Hoy tenemos lugares muy lindos y eso jerarquiza a la ciudad como un polo de atracción turístico regional.
“A nosotros mismos a veces nos sorprende, porque no dejan de aparecer emprendimientos, nuevas modalidades que tienen que ver con la gastronomía y afines, porque nuestro radio de acción también abarca las ventas de locales de café, que ahora se han puesto de moda.
“No sé cuál es el mercado, en general, y si se podrá sostener. Pero lo cierto es que hay mucha oferta y no tanta demanda, porque la población es la misma.
“En gastronomía hoy existe un mayor crecimiento de los lugares tipo bares, cervecerías, hamburgueserías y demás respecto de los restorans clásicos, del tipo Víctor o Gambrinus”.
—¿Cuál es la importancia de la Avda. Alem en este desarrollo?
—En un momento se consideró que si no estabas en la avenida no ibas a funcionar, pero hoy se ven muchos lugares que están trabajando muy bien, y lejos de Alem.
“Esto es muy beneficioso para la ciudad, porque el sector ya no está circunscripto a un sitio único. Es decir, si la propuesta es buena no tenés necesidad de estar en la Avda. Alem ni en ningún sector marcado como gastronómico.
“Por ejemplo: Hace unos días pasé por Tiro Federal y vi una cervecería. Estaba llena de gente y con muchos jóvenes. Eso es nuevo; y muy bueno”.
—En términos proporcionales, ¿la gente está saliendo hoy más que antes?
—El cliente nos tiene en cuenta y disfruta de salir cada vez más.
“Antes, la salida al restorán era circunstancial y en los fines de semana, pero hoy, si acompaña el tiempo, se ve movimiento todos los días. La gente ha tomado salir como un esparcimiento y no sólo para ir a comer o a tomar algo, sino como un lugar de encuentro. Habrá que ver si este crecimiento se consolida.
“Siempre les digo a mis empleados que tenemos la obligación de atender bien y de hacer pasar un buen momento, porque la gente, precisamente, viene a nuestros lugares no sólo a degustar una comida, sino en busca de rélax luego de una jornada laboral, sea exitosa o compleja. Somos parte de la vida de la gente”.
Los hoteles y los servicios informales
—¿Cuál es el panorama de la hotelería?
—Bahía Blanca tiene una ocupación importante en hotelería. Primero, porque acaso no existen demasiados hoteles y tiene una ocupación importante en función de gente que viene a trabajar y está entre un 60 y 80 % de ocupación. Eso se ha recuperado también.
“También hay inversiones en hotelería. Se da el caso del hotel que se está construyendo en la ruta y sigue avanzando. Luego hay un proyecto en la calle Sarmiento para un apart hotel.
“Si bien hay una demanda por más camas, ahí asoma un problema: la contratación de servicios informales, que no sucede sólo en Bahía Blanca, sino que es un tema mundial.
“Complica a la hotelería, porque hay departamentos que se alquilan. Y también a la gastronomía, porque durante la pandemia mucha gente se puso a trabajar haciendo comidas en sus casas y es bastante la gastronomía informal que está funcionando de esta manera.
“Son dos aspectos que, desde la Asociación, vemos con mucha preocupación porque no deja de crecer”.