Fuente: Infobae – En Vii, el nuevo proyecto del universo Roca, los vinos naturales acompañan a tapas y platillos inspirados en la cocina tradicional catalana.
“Tenemos sed de viino”. Es la primera frase que los hermanos Roca han utilizado para presentar el que es su nuevo proyecto. Joan, Josep y Jordi, las mentes tras el triestrellado Celler de Can Roca, abren Vii, un bar de vinos y tapas ubicado en la Plaça del Vi de Girona. Bajo las arcadas de esta icónica plaza, los hermanos servirán vinos naturales de productores queridos, copas que se acompañan de platillos de cocina sencilla, inspirada en el Bar Roca de los años setenta y en la cocina tradicional catalana.
Los hermanos Roca inaugurarán este pequeño local este próximo viernes 2 de agosto, en el espacio donde hasta ahora estaba el restaurante Plaça del Vi 7, también propiedad de los Roca. Este bar de vinos, tapas y platillos abrirá cada día de 13.00 a 23.00 horas de manera ininterrumpida, aunque de 16.00 a 19.00 la oferta gastronómica será más reducida. La jefa de sumilleres de El Celler de Can Roca, Audrey Doré, será la que asuma la responsabilidad del nuevo bar, toda una profesional que lleva más de diez años trabajando codo con codo con Josep Roca.
Entrada de Vii, el bar de vinos de los hermanos Roca (Instagram / @viigirona)
El nuevo establecimiento se suma a otros proyectos que la familia Roca ha puesto en marcha en Girona, como la chocolatería y hotel Casa Cacao, en la plaza Catalunya; el restaurante Normal en la plaza de l’Oli; la Bikinería Rocambolesc, junto al puente de las Peixateries Velles; y la heladería y confitería Rocambolesc, anexa a la tienda de sándwiches. A esto se suma el bar Can Roca, el restaurante de los padres de la familia; el espacio de eventos Mas Marroch y su último proyecto, Espirit Roca, en Sant Julià de Ramis. En total, sumando todos estos a su restaurante gastronómico y a su nuevo bar de vinos, se cuentan nueve proyectos gastronómicos diferentes bajo la marca Roca.
Una carta basada en la cocina tradicional catalana
Vii ofrecerá una carta de vinos a buen precio, aparte de las tapas y platillos que recuerdan a la cocina de Can Roca de los años setenta. En su carta de comidas, destacan varios platos clásicos que combinan tradición y creatividad, ideales para degustar con una buena copa de vino. Entre las opciones más destacadas se encuentra la ensalada rusa con atún, tapetes y piparra, una reinterpretación de un clásico que se ofrece por 4,5 euros. Otro clásico que se incluye es la tortilla de patata y cebolla con pan de masa madre a 7 euros, una delicia simple pero preparada con maestría.
Para los amantes de las setas, los hermanos ofrecen la seta girgola de castaño frita con salsa romesco, valorada en 6 euros. Siguiendo con los sabores intensos, las alitas de pollo fritas con salsa brava especiada están disponibles por 7 euros, ofreciendo un toque picante a la carta. No puede faltar en el menú un homenaje a los productos del mar Mediterráneo, como el camarón blanco de la Costa Brava frito por 6,5 euros y los calamares a la romana de Can Roca a 10 euros.
El nuevo bar también incluye opciones más contundentes, como la coca de pan con panceta viada a la pimienta negra y queso Idiazábal a 6 euros, y los canelones de Can Roca con salsa bechamel y queso gratinado (dos unidades) a un precio de 5 euros. Para compartir, se recomienda el jarrito de ternera de Girona asado con patatas fritas, ideal para dos personas, con un costo de 36 euros. Este plato refleja la excelencia en la selección de ingredientes locales y la perfecta ejecución culinaria.