Con la ayuda de una colega, Honczar arma una suerte de carpa en la mitad de la parrilla, hecha con tablas de madera que corta de un cajón de verduras. Por dentro, la rellena con bollos de papel de diario e intercala, entre papel y papel, una generosa cantidad de espinillo y de carbón. «Para que tu asado sea un éxito, es preferible que te sobre fuego», dice, dirigiendo su mirada hacia la cámara.
Honczar tiene 47 años y es la fundadora de Asadoras Argentinas, una comunidad de mujeres que comparte experiencias y consejos sobre la preparación de asados, tanto en la parrilla como en la estaca o cruz. Honczar tomó las riendas de la parrilla, seis años atrás, cuando su padre dejó de hacerlo por una enfermedad: «Moría de ganas de comer asado, así que le dije a mi mamá «¿qué tal si prendemos el fuego?» y empecé a sacar fotos y subirlas a las redes». Hoy cuenta con 70.000 seguidores en Facebook y 15.400 en Instagram.
Son más de 100 las asadoras que representan al grupo en distintas partes del país y tres de ellas formaron el único equipo femenino -de los 40 inscriptos- que participará, del 29 de enero al 2 de febrero, en la Cumbre Internacional de Parrilleros en La Serena, Chile.
La competencia es organizada por la World Barbacue Association, la Confederación Latinoamericana de Asadores y la Asociación Chilena de Parrilleros, cuya intención es «difundir y promover la cocina ancestral en base al fuego, leña y carbón a nivel nacional e internacional y generar, así, la unión entre los amantes de la parrilla en todas sus formas». Bajo esta premisa, participarán delegaciones de Europa, Asia, Latinoamérica, entre otras. También asistirán otros tres equipos masculinos nacionales, integrantes de la Federación Argentina de Asadores.
Roxana Muga, referente de Asadoras Argentinas en la provincia de Santa Fe, es quien encabezará la delegación femenina en Chile . Fue convocada por Honczar, dado que es una referente tanto en su provincia -ganó 11 premios y tres títulos de campeona en categoría estaca- como a nivel nacional; Muga se encargó de reclutar a sus compañeras de equipo, también con trayectoria en el sector gastronómico y parrillero.
«Voy con otras dos colegas que me darán una mano con lo gourmet porque yo, como asadora criolla, no se nada de eso. Esto se mide con una vara más alta. Son tres días en los que se exigen cuatro cortes de carne distintos, con acompañamientos elaborados, más un plato vegetariano», dice Muga.
Las participantes no se conocen personalmente; cada una practica por su cuenta y se comunican por WhatsApp. Dos de ellas se reunirán unos días antes de la competencia, en Mendoza, con el resto de los equipos argentinos, para viajar juntos a Chile. Sabrina Medina -oriunda de Hurlingham- y Estela Mabel Otazú -de La Plata- son las cocineras que acompañarán a Muga.
Hace seis años que Muga participa en cada evento que se organiza en el país. En algunos concursos compitió en pareja con su hija de 13 años -Muga tenía esa misma edad cuando aprendió a asar y fue también su madre quien le enseñó a hacerlo-.
La cocinera santafesina trabaja en eventos privados y tiene un emprendimiento los fines de semana: un restaurante en el jardín de su casa, en Pueblo Esther, donde ofrece pescado de río hecho a las brasas. «Hasta hace dos años hacía guardias de enfermería en un centro de salud. Después empecé a vivir del asado. Es mi pasión, y lo convertí en mi modo de vida», cuenta Muga.
Asadoras Argentinas colaboró con el financiamiento de la inscripción de las participantes -que tiene un costo de 400 dólares por persona e incluye talleres de instrucción, la carne, una parrilla, una mesa, un toldo, un saco de carbón y una bolsa con chips para aromatizar-.
Sin embargo, Muga afirma que aún necesitan dinero para poder cubrir los costos del viaje y el alojamiento, encarecidos por el nuevo impuesto del 30% a las compras en el exterior: «Estamos buscando ayuda económica. No hemos conseguido sponsors, así que hice rifas y una masterclass de asado para juntar plata, Sabrina (Medina) va a hacer una peña y Estela (Otazú) se fue a trabajar a Pinamar».
Medina -de 37 años- se dedica a la gastronomía. Debió cerrar su restaurante, en Hurlingham, por la situación económica. Organiza eventos privados y talleres de cocina; también es instructora de yoga. «La domadora del fuego» -como la llaman sus conocidos- ganó, en septiembre de 2019, el primer torneo nacional de mujeres en Lomas de Zamora . Era la primera vez que participaba de un concurso de asado; el título la catapultó a Chile.
Otazú también participó de la competencia nacional en Lomas de Zamora, junto con una delegación peruana. La cocinera forma parte de la organización Chefs Asociados de Latinoamérica y el Caribe, que trabajan, en conjunto con la embajada peruana, en la difusión de la cocina ancestral de aquella región. Su aporte a la competencia internacional tendrá que ver con esta rama culinaria.
Las técnicas ancestrales son igual de importantes en la cocina de Medina; en particular, en lo que respecta a la maceración. Las aromáticas no pueden faltar porque, según dice, son el alma de cualquier plato: «Las llevo siempre conmigo. He encontrado hojas de laurel en mi pantalón, romero en mi cartera».
El romero fue un elemento clave en su consagración como campeona nacional: lo agregó a las brasas para conseguir un sabor ahumado y luego lo esparció por encima de la carne. «Romero, romero, que se vaya lo malo y venga lo bueno», dice. Las especias serán, nuevamente, parte de su estrategia en Chile, pero se reservó el detalle de cuáles y cómo las usará.
Los secretos de Muga tienen que ver con la paciencia y el puntillismo: «Procuro que la carne se cocine despacio, que no se pase, que no le llegue demasiado humo para que no se contamine, que en todas partes tenga el mismo punto de cocción. El hombre clava la estaca y se va a tomar un fernet; yo me quedo parada al lado del fuego«.
El aroma y la jugosidad son los criterios que mayor peso tendrán en la puntuación del concurso, según se explica en sus bases y condiciones. Los platos serán evaluados del 1 («incomible») al 10 («suficientemente bueno como para un restaurante de clase»). Los tres mejores equipos tendrán bonificada la inscripción al mundial de asado de 2020, en Bélgica . Recibirán 2000, 1000 y 500 dólares respectivamente, entre otros premios.
Además de la competencia en La Serena, en junio de 2020 algunas integrantes del grupo viajarán a Chicago a participar de un torneo mixto que coordinaron junto al consulado argentino. El nombre Asadoras Argentinas resuena en la ciudad estadounidense, ya que así se llama un restaurante que ofrece hamburguesas y sándwiches gourmet hechos a la parrilla. Es una franquicia de un local gastronómico que tuvo Honczar, líder del grupo, en la Argentina.
Si bien la competencia de junio será la primera que coordina la comunidad de parrilleras fuera del país, también intentan promover los torneos nacionales y participar de su organización, a fin de asegurar que se reconozca el lugar de la mujer. «Nos convocan porque es atractivo ver asar a una mujer, eso llena de color el evento; pero al momento del reconocimiento, ni siquiera mencionan la participación del género femenino», dice Honczar.
Muga coincide con su colega: « Participo en un 98% de competencias mixtas, donde hay más hombres que mujeres. Al principio nos miraban con cara de «¿qué hacés acá?, andá a preparar la ensalada», pero ahora fue cambiando, fuimos ganando espacio; el porcentaje que te mira mal es muy poco».