Fuente: Clarín ~ Pinny permite comprar platos en forma directa al cocinero. Para los gastronómicos, es “riesgoso” y “desleal”.
Es el Uber de la gastronomía; o un Mercado Libre para conseguir platos caseros. La aplicación para que personas desde su casa ofrezcan alimentos y vendan directo a los consumidores arrancó este jueves en La Plata y el debut derivó en polémicas con el mundo gastronómico «convencional», que decidió llevar el caso a la Justicia.
La plataforma Pinny -disponible en los soportes Android e IOS de celulares- permite vincular a cocineros y comensales en forma directa. Sin intermediarios. Esa conexión es para personas que viven hasta a cuatro kilómetros de distancia y luego de decidir qué plato van a probar, se puede enviar por delivery o retirar en el lugar de producción.
Pinny impone por primera vez en el país esta modalidad, con el desembarco en la capital bonaerense y la previsión de llegar a la Ciudad de Buenos Aires el 5 de septiembre. En La Plata se hicieron pruebas piloto y ya hay 400 chef que ofrecen comida y más de 2.000 usuarios registrados.
Mientras se cuecen variados menúes en las hornallas, también se está macerando una controversia. Desde el sector gastronómico tradicional consideran que el formato es riesgoso para la salud y en que será “competencia desleal”. Plantean que se trata de trabajo “en negro” y sin controles bromatológicos.
Carlos Leuzzi, presidente de PULPA -que agrupa a comerciantes de la ciudad- dijo a Clarín que su entidad decidió esta semana convocar a asesores legales para presentar un recurso judicial. «No está definida la modalidad, pero iremos a los Tribunales a presentar nuestros argumentos en contra de la iniciativa», dijo el empresario a Clarín.
Alejado de estos pleitos, Simón Díaz, un cocinero que estudió en una academia para chef y se dedica desde hace cuatro años a la venta de comidas desde su casa de la zona de plaza Paso, se adhirió a la plataforma. «A mí me simplifica el trabajo. Amplía mi capacidad de oferta, hasta ahora reducida al boca a boca y a los panfletos. Voy a seguir ofreciendo platos para que los interesados los retiren en mi casa y voy a trabajar con esto en los ratos libres que me quedan de mi actividad en diferentes cocinas de restoranes platenses», dijo el joven a Clarín.
Simón es sociólogo y consiguió su título gracias al aporte de esta actividad. Tiene parrillas, cocinas a vapor y hornos. «Además, conozco de higiene porque mi padre fue inspector bromatológico. Pongo mucho cuidado en ese punto«, aclaró el cocinero que puso en oferta variedades de pastas y platos con carnes.
Gonzalo Benavides dueño de un resto en La Plata considera que la propuesta de Pinny tiene una «doble lectura». Lo explica así: «Resulta interesante para el cliente porque podrá conseguir algunos productos baratos. Pero es desleal para los comercios y riesgoso para la salud. Y ahí es donde debería estar el Estado con los controles para garantizar la salud de la población».
La queja no es sólo económica. «Nadie va a controlar la procedencia, el origen, el tratamiento y el traslado de los alimentos que se comercializarán a traves de esa aplicación«, agregó Leuzzi, dueño de complejos gastronómicos y con más de 25 años de trayectoria en La Plata.
La Municipalidad de La Plata no tiene regulaciones sobre el funcionamiento de las aplicaciones móviles. Fuentes del municipio dijeron a Clarín que están en estudio varios proyectos de ordenanza. «La venta por Internet tiene que ser regulada porque actualmente resulta dificultoso intervenir ya que no tienen (en el caso como Pinny) lugar de producción de los alimentos para saber su procedencia», dijeron en el área de Bromatología.
«Esta propuesta es peligrosa. Cualquiera se pondrá a cocinar en su casa, sin pagar impuestos, sin empleados, sin los cargos de luz y los servicios que nos cobran a todos los empresarios del sector», planteó Marcelo Fernández, a cargo de varios locales de venta de comida y de cervecerías.
«En cualquier domicilio los costos son muchos más económicos que los nuestros en los locales. Claramente el funcionamiento de este nuevo método de comercialización nos va a perjudicar«, agregó Fernández, presidente de la Cámara Platense de Bolicheros y de Locales Nocturnos.
En la empresa que desarrolló la app se defienden. «Pinny es una start up que trabaja los fundamentos de la economía colaborativa y le da la posibilidad a todos los aficionados de la cocina de emprender su propio negocio, generando un producto que satisface la demanda de platos hogareña y saludable a un precio accesible», dijeron desde la firma.
El emprendimiento fue creado por Martín Pérez con la intención de fomentar la comida hecha con productos frescos. «Estoy convencido de que esta plataforma le dará la posibilidad de crear su propio negocio a todos los amantes de la cocina que quieran compartir sus creaciones con otros», dijo el fundador de la aplicación.
Para formar parte de la red no es necesario ser profesional gastronómico o tener experiencia en restaurantes, pero se exige el cumplimiento de «rigurosas normas relacionadas con la responsabilidad, la higiene y el compromiso», según se informó en la compañía- Como ocurre con otras aplicaciones, los clientes pueden acceder al perfil de los cocineros y a los comentarios de otros comensales. Además, una vez hecho el pedido, podrán calificarlos y dejar sus propios comentarios.
Pinny cuenta con dos aplicaciones distintas: Pinny y Pinny Chef. La primera, destinada al público en general, quienes podrán acceder a los platos preparados por los chefs que se encuentren cerca de ellos. Por otro lado, Pinny Chef es para uso exclusivo de los cocineros inscriptos, quienes podrán exhibir hasta 22 platos al mismo tiempo, y fijar el precio más adecuado.
Los usuarios pueden visualizar los platos disponibles y realizar el pedido. El proceso de pago y la coordinación de entrega se realiza a través de la aplicación, donde los usuarios podrán elegir pagar con tarjeta o efectivo.