Fuente: Filo.News ~ Reinventarse. A ese proceso debieron atreverse los bares y restaurantes, sobre todo en los últimos tiempos, un poco obligados por la pandemia y otro poco por las nuevas tendencias que vienen ganando terreno y marcando el paso hacia un nuevo rumbo cultural. El bar 878 se lanzó a la cruzada con «A Granel», un proyecto que apuesta por un camino orientado hacia la sustentabilidad e impulsa un cambio de concepción a la hora de pensar el consumo.
¿De qué se trata? Muy sencillo. La idea es que los clientes se acerquen al bar de Villa Crespo (ubicado en Thames 878) con una botella vacía y la recarguen con la bebida que más les guste. Pero no cualquier bebida, sino una bebida única, de fabricación propia y en colaboración con productores locales. Es decir, con aromas y sabores de pura producción nacional.
La oferta para elegir incluye la Barricada 51 (hecha junto a La Orden del Libertador), Gin Margen Sur (creado junto a Gin Sur) y Vodka del 8, a las que se le sumaron la Barricada 43; el aguardiente de vino Gargantúa, elaborado con orujos de Malbec de Cafayate; el brandy Nacional 7 PL y el Bitter Crespo, liderado por el jefe de la barra, Juan Cruz Oviedo.
En su búsqueda por planear el futuro en la era post pandemia, Julián Díaz, el dueño del 8, se aferró a la esencia con la que nació el bar. «Queríamos poner en la mesa los productos nacionales», aseguró durante la presentación del proyecto.
Es por eso que junto a esta novedosa iniciativa también llegó un cambio de carta que propone un recorrido de sabores con la Ruta 40 como guía. Del Norte al Sur sin escalas, se presentan el Gimlet Salteño (aguardiente de Malbec Gargantúa, Torrontés y cordial de cayote) y Cristal del Sur (Ginn Margen Sur, Christalino, hidromiel de sauco, cordial simple), entre otros cuatro tragos.
Mientras que en la difícil tarea de elegir un plato del menú, se destacan el -imperdible- chipá relleno de cebolla y queso, la milanesa de solomillo y kimchi, y la ya clásica hamburguesa de cordero.