Fuente: Cronista ~ «A mí, la rebelión no, ¿eh?», les advirtió este mediodía el presidente Alberto Fernández a los dueños de bares, restaurantes y otros locales gastronómicos reunidos en el movimiento «Sillas al revés» que en la mañana de este viernes advirtieron que no van a acatar el decreto presidencial que dispone nuevas restricciones como medida de prevención sanitaria ante la segunda ola de coronavirus que, tal como se conoció esta mañana de manera sorpresiva, les prohíbe a trabajar en el interior de los locales.
«Yo puedo entender que estos sectores puedan verse de algún modo afectados, pero yo quiero recordarles que todos esos bares y todos esos restaurantes que hoy siguen vivos el año pasado recibieron asistencia del Estado«, les reprochó el jefe de Estado al ser consultado sobre la respuesta por parte del sector gastronómico durante la conferencia de prensa que brindó tras reunirse con el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Alberto recalcó además que este año, a través de los Repro, siguen recibiendo ayuda. Y aseguró: «Vamos a seguir asistiéndolos si hace falta», antes de adevertir dos veces: «Pero, a mí, la rebelión no, ¿eh?», mientras que con el dedo índice decía que no. «En el Estado de derecho, las leyes se cumplen, ¿De acuerdo?», agregó.
En la misma línea, sugirió que aquel que esté en desacuerdo con las nuevas restricciones que se establecieron por DNU «vaya a la Justicia y que consiga algún juez que le diga que lo que yo hice está mal, no lo sé… Pero así, no».
Y continuó: «La prepotencia no tiene que ver con un Estado de derecho. Así que, a los que no les gusta, que recurran a la Justicia, que hagan solicitadas, pero yo estoy para ayudarlos en la emergencia en la que estamos viviendo».
«No estoy para tolerarles que hagan lo que quieran, no estoy para tolerar la indisciplina que he visto en muchos restaurantes colmados de gente», concluyó.
Sillas al revés
El DNU 241/2021 se publicó este viernes en el Boletín Oficial tiene vigencia hasta el 30 de abril y establece para los locales gastronómicos condiciones más duras que las que había anticipado el Presidente, al disponer que durante el día, de 6 a 19, podrán atender únicamente «en espacios habilitados al aire libre» y que, después de esa hora, la modalidad de «take away» sólo podrán hacerla los clientes con negocios de cercanía.
Con un comunicado publicada «en coordinación con las cámaras», el movimiento de locales gastronómicos advirtió lisa y llanamente que «el sector gastronómico no va a acatar el decreto publicado por el Gobierno Nacional».
«La gastronomía no contagia. Somos un espacio seguro para trabajar. Ya se comprobó que no somos foco de contagio y sí fuente de empleos», argumenta el texto, que acusa al Gobierno de haberse manejado de forma «inaceptable, sin diálogo y a las escondidas».
Desde Sillas al revés calificaron a la prohibición como «un nuevo atropello» hacia la industria que, sostienen, «hará que otros 15.000 locales deban cerrar y se pierdan cerca de 200.000 puestos de trabajo«. Según los números que difundió el movimiento, ya cerraron más de 10.000 locales y se perdieron 150.000 puestos de trabajo.