Fuente: IProfesional ~ Las bodegas están atravesando un momento de relativo optimismo, luego del impacto inicial que significó el arranque de la cuarentena y el cierre de restaurantes, hoteles y wine bars.
Si bien todo el sector viene alertando por el aumento de costos y la caída de la facturación, también es cierto que genera expectativas el hecho de que la demanda en el mercado interno esté mostrando cifras positivas.
Durante el mes de julio de 2020 se registró un crecimiento de casi 22% en los despachos de vinos al mercado interno respecto a julio del año anterior, con un volumen total cercano a los 98 millones de litros. En paralelo, el crecimiento acumulado en los siete meses representó una suba interanual de más del 9%.
En ese sentido, el informe del INV destaca como un dato relevante el hecho de que no se registraba una cifra de ese nivel en los últimos siete años. Entre las causas que explican esta tendencia, los expertos señalan que obedece a que los consumidores están permaneciendo más tiempo en sus casas, con la posibilidad de tomar vino en almuerzo y cena; se usa menos el auto y se incrementó la oferta en la venta electrónica, entre otras variables.
En este contexto, Alberto Arizu, CEO de Bodega Luigi Bosca, afirmó a iProfesional que «si bien el año había comenzado bien para nosotros, la cuarentena obligatoria decretada hacia fines de marzo generó al comienzo algunas dificultades en la cadena de abastecimiento. En mayo comenzamos a ver recuperación y los últimos dos meses han sido muy buenos».
-La caída en general del negocio de los restaurantes, bares y hoteles, más allá de la reciente rapertura en espacios al aire libre en la Ciudad, ¿llega a verse compensada por esta recuperación del vino en los hogares?
-En gran parte se recuperó en el consumo ‘at home’. En Luigi Bosca, incluso, hemos tenido una mayor demanda en vinos de alto valor. Vemos un consumo más cualitativo en el hogar, como uno de los comportamientos durante la cuarentena.
-Entonces observan que los consumidores están destinando un presupuesto mayor para etiquetas de más alto precio…
-Si bien nuestros vinos están en el segmento alto, vimos un crecimiento mayor aun en los segmentos «Prestige» y vinos de colección. La gente ha encontrado espacios, en el hogar, para disfrutar buenos vinos y buena cocina. Ha sido también una manera de indulgencia con uno mismo, encontrando placer en estos pequeños actos como puede ser relajarse con una copa de un vino de calidad, al terminar la jornada de trabajo, o compartir un llamado con sus seres queridos y amigos. La gente también encontró en la cocina un momento de relajación y de compartir en casa y esto también lleva a acompañar con un buen vino.
-¿Cómo está evolucionando el canal online?
-Desde Luigi Bosca, lanzamos la posibilidad de poder seguir disfrutando de nuestros productos en casa a partir de una plataforma online segura y confiable, que nos dio muy buenos resultados desde su activación.
Veo un gran potencial en el comercio online de vino y, más allá de lo que está sucediendo ahora, sin dudas es algo que llegó para quedarse. Creo que es mucho más que un canal comercial; es una herramienta que permite conocer mejor al consumidor y que impactará de forma muy positiva en otros canales más tradicionales. En Luigi Bosca pensamos a futuro desde la ‘omnicanalidad’, desde la interacción entre canales, y, en el último tiempo, detectamos que el consumidor busca estar más cerca de las marcas y viceversa. Por eso, apuntamos a asegurar esta cercanía desde la creatividad y las nuevas plataformas de conectividad en auge.
-¿Qué perspectivas tienen para el resto del año?
-Somos optimistas y creemos que podremos cerrar el año acorde con nuestras previsiones prepandemia. Con grandes aprendizajes y una relación muy cercana con nuestros consumidores, que hemos generado por medio de nuestra plataforma online y el contacto a través de las redes sociales.