Abrió en Avellaneda un mercado mayorista agroecológico para gastronómicos

Fuente: La Nación ~ En una demostración más del potencial de la agricultura familiar como usina generadora de alimentos, y en un momento donde la Argentina tiene a la lucha contra el hambre como política de Estado, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) abriró en Avellaneda un mercado mayorista agroecológico, desde donde prevé abastecer de verduras, hortalizas y frutas, entre otros productos, a verdulerías, emprendimientos gastronómicos y, también, al consumidor, con precios populares que tendrán una vigencia semestral, aun en tiempos de inflación como el actual.

Esta iniciativa de la organización que visibilizó las problemáticas de los pequeños productores a través de verdurazos y feriazos, que cuenta con presencia en 15 provincias y que representa a cerca de 16.000 familias de pequeños productores, se suma a la de los «Almacenes de Ramos Generales» abiertos en los últimos tres años en Almagro, Luis Guillón, La Plata, San Vicente y en Domselaar. El nuevo mercado estará abierto para la venta mayorista los lunes, miércoles y viernes, de 6 a 12, en la calle 12 de Octubre 761, Avellaneda, mientras que los sábados, de 7 a 14, será el día para la feria de ventas minoristas, sobre la entrada de la calle Lamadrid 758.

«Los Almacenes funcionan muy bien, nos dan la posibilidad de sacar de las quintas cada vez más kilos de verduras y de potenciar la producción de las familias que trabajan la tierra, porque encontramos la demanda y porque logramos conectarnos con sectores como el de la gastronomía, con restaurantes que desean brindar alimentos de calidad a sus comensales», contó a LA NACION Juan Pablo Della Villa, secretario de Comercialización de la UTT.

Explicó que el paso hacia el mercado mayorista fue en respuesta a esa mayor demanda que no podía ser bien abastecida en los locales de venta minorista. «La demanda nos fue empujando, en particular en Almagro, a vender por bulto, por cajón, y nos encontramos con que las dimensiones del local no nos permitían sostener ahí un espacio de venta mayorista. Por eso nos pusimos a trabajar en esta propuesta, que implicó un desafío grande porque nos planteó la necesidad de una construcción nacional, donde debimos pensar la movilidad de fruta y de verdura pesada desde los productores de las provincias, ya que ahora tenemos donde acopiarla y comercializarla», dijo Della Villa.

Según las primeras previsiones, el mercado moverá por semana unos 70.000 kilos de verdura fresca; 66.000 kilos de frutas y algo más de 26.000 kilos de papa, batata, zapallo, zanahoria y cebollas, entre otros alimentos de producción agroecológica. Pero el mercado mayorista, y estos volúmenes, no estarán limitados a los productores de la UTT, que ya cuentan con 400 hectáreas bajo producción agroecológica luego de un proceso que suma 10 años de trabajo, sino que también contará con alimentos de otras organizaciones de pequeños productores y de cooperativas.

«Al igual que en los Almacenes, en el mayorista -además de las verduras y de las frutas- habrá productos de la canasta básica (fideos, aceite, yerba, lentejas) y, también, productos de granja, quesos, embutidos, conservas, vinos, dulces, miel, huevos, pollos de campo, entre otros, gracias a acuerdos que hemos forjado con el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) y, más recientemente, con la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe). Esta construcción incluye a muchas organizaciones con quienes compartimos las luchas y los aprendizajes para construir otras maneras de producir alimentos, por fuera de los circuitos convencionales. Nuestra discusión hoy es construir escala para la producción y para la oferta de alimentos. Es decir, que la agroecología deje de ser una iniciativa para un nicho reducido de consumidores exclusivos y que llegue con sus beneficios a la mayor parte de la sociedad, a los barrios. Para eso tenemos que trabajar sobre los volúmenes», dijo el integrante de la UTT.

El protagonismo de la demanda

Desde sus redes sociales, en el ejercicio de la comunicación, pero sobre todo en función de su trabajo como chef, Narda Lepes, sostiene la necesidad de conocer el origen de los alimentos que se consumen a diario. En ese sentido, contó a LA NACION que desde hace más de un año comenzó a relacionarse con la UTT, a conocer el trabajo que realizan los productores, la escala de lo que producen y el camino que están andando hacia un modelo de producción agroecológica.

«Entre muchos cocineros empezamos a hacer compras colectivas a la UTT y ellos nos avisan cuando tienen algún producto que nos pueda interesar. Además, estamos yendo a ver las plantas en las quintas y a los mercados que ya han abierto. Así, desde nuestro lugar, intentamos colaborar para que la escala de los productores agroecológicos de la agricultura familiar crezca», destacó.

Y añadió que en la medida que la organización de pequeños productores que forma y que nutre a la UTT logre ir sumando cada vez a más agricultores familiares a esta forma de producción «será posible pensar en una agricultura mucho más sustentable a escala, porque habrán conformado una red. Esto no es posible sin esa red y la UTT tiene esa red de productores conformada».

Narda, que en su sitio web se presenta como «mamá de Leia, cocinera, conductora y empresaria», explicó que su expectativa y la del resto de sus colegas está puesta en que este sistema de producción, que en este caso prescinde del uso de agroquímicos, sume masa crítica.

«Sabemos que el objetivo de la UTT es que año tras año, de campesino a campesino, se multiplique la transición desde la agricultura convencional a la agroecológica. Y nosotros, de a poco, vamos aprendiendo un poco más para comunicarlo de una manera clara y para fomentar ese trabajo que están haciendo. Me encanta que abran este mercado mayorista en Avellaneda y espero que vayan por mucho más», exclamó.

En cuanto al papel del consumidor, Narda señaló que está ávido de este tipo de producciones y destacó el hecho de que «el precio que ellos sostienen (por la UTT) no tiene nada que ver con los que encontrás en el circuito convencional de verdulerías o en un mercado de orgánicos. El consumidor lo que tiene que hacer es acercarse a este nuevo mercado o a los Almacenes de Ramos Generales de la UTT para conocerlos y para hablar con quienes los atienden, que en muchos casos son los mismos que producen. No se queden con lo que yo u otros podamos decir, vayan y hablen con quienes producen, pregunten, conversen, porque está bueno lo que hacen y porque vale la pena acercarse».

En el mismo sentido, Della Villa destacó que «este es el momento en que el consumidor y quienes trabajan con los alimentos tienen la oportunidad de hacerse cargo del cambio social que necesitamos en la Argentina y del cambio del modelo productivo. Nosotros, como organización, entendemos que hacemos lo que tenemos que hacer y lo seguiremos haciendo; nos falta más y todo el tiempo trabajamos sobre eso que nos falta, pero ahora les tiramos la pelota a los consumidores, para que decidan qué tipo de alimento quieren consumir y qué tipo de modelo productivo desean avalar. Este esfuerzo lo construimos nosotros en el campo, en las huertas, pero también el consumidor, con su opción, porque si no hay interesados en consumir verduras sin agroquímicos tampoco tiene sentido producirlas. Y también es el momento para romper con el preconcepto de que lo agroecológico es para una elite. De la mano de las organizaciones sociales del campo podemos ir desarmando ese mensaje», concluyó.

Por más información sobre la Unión de Trabajadores de la Tierra, se puede visitar el sitio: http://www.almacenutt.com.ar

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